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sábado, 1 de noviembre de 2025

ESTADÍSTICAS ANORMALES - Max Booth III

"Durante mi adolescencia, lo único que quería era vivir en un sótano e invitar a todos los chicos del colegio a pasar el rato y a beber cerveza conmigo mientras escuchábamos a Black Sabbath. Pero nosotros no teníamos sótano y nadie nos visitaba porque a mi madre le daba mucha vergüenza lo desordenada que estaba la casa y a papá le entraba la paranoia de que alguien le fuera a birlar sus oxis mientras dormía."





Año de edición: 2025
Editorial: La Biblioteca de Carfax
Páginas: 281
Título original: Abnormal Statictics
Traducción: Shaila Correa

SOBRE LA OBRA

A Juan la ola actual del revival tras la emisión de la penúltima temporada de "Stranger Things" le revolvía el estómago. Él siempre había sido el chico problemático y el raro desde el colegio. Él fue el único que en el viaje fin de curso de octavo (ni idea tiene de a qué curso corresponde actualmente) fue con sus camisetas de Sepultura y Megadeth. Él era el que iba en autobús a la capital para jugar partidas de rol a a la gran ciudad que tenía al lado porque los paletos de su compañeros ni sabían lo que era aquello. Juan era ÚNICO y ahora todo el mundo pretendía ser lo que era en realidad él...

Nadie sabe cómo Juan accedió a la reunión de ex-alumnos de EGB de su colegio. Por supuesto, se arrinconó en un lugar de la barra y apenas habló con nadie. Cuando se proyectaron algunas antiguas fotografías, todos lamentaron y saltaron algunas lágrimas cuando aparecieron aquellas en las que Fede aparecía con su camiseta de Kreator al lado de Juan... Juan esbozó una sonrisa y recordó lo que ocurrió hace tres semanas cuando se reencontró con Fede para asistir a un concierto de Arch Enemy... chas, chas, chas... Juan seguía siendo ÚNICO...

Pues tras contaros un poco la historia de Juan, vamos a hablar un poco de este libro.

El panorama de la literatura de terror actual es apasionante. Tenemos una oferta que hace años no podíamos ni soñar. Desde editoriales que apuestan por el weird más vanguardista hasta las que recuperan grandes joyas de las catacumbas más profundas. En todo este mar de diversidad de estilos y propuestas dentro de la diversidad del género, nos encontramos una rara avis que es la literatura del señor Max Booth III.

La propuesta del editor de Goulish Books nos presenta una perspectiva del terror desde los ojos de quien lo ha perdido todo y ya no teme a seguir descendiendo al infierno. A diferencia de la anterior obra traducida al castellano, "Tenemos que hacer algo" también editado en La Biblioteca de Carfax, el terror aquí no está en lo sobrenatural, aunque trazas y componentes hay de ello, está en su mayor parte en lo terrenal.

¿Os imagináis que vuestro padre entra en vuestro cuarto para requisaros la XBox cuando acabas de pasar por la casa de empeños y has visto que ya estaba allí? Pocas perspectivas hay más aterradoras que esa en la vida de un adolescente y en ese mar es donde navega Max.

Los relatos que nos presenta el autor, magistralmente traducidos por Shaila Correa, enhorabuena; son puro punk, puro "no future for me, no future for you", un guantazo de realidad de lo que tiene que sufrir una gran parte, cada vez más numerosa, de la población para que otros cumplan el sueño americano.

A través de estas páginas encontraréis el sentimiento de asco y repulsión que provoca el no poder alcanzar tus sueños, la miseria más absoluta dentro del gran imperio del consumismo.

Por supuesto, todo ello acompañado de unos personajes muy bien trazados, unas atmósferas asfixiantes, incluso pestilentes en ocasiones, que hará que os vayáis bebiendo los escritos uno tras otros (aunque necesitaréis algo de oxígeno entre tanta desesperación que hay en estas páginas).

De los relatos que contiene esta antología, sin duda alguna, mi favorito es el primero. Por ponerle algún pero a la edición al ser el más largo yo lo habría situado justo al final ya que además nos anticipa casi todos los elementos del resto de historias que componen el volumen. Esto hace que lo que nos encontremos detrás de él, por momentos, nos resulte repetitivo y entremos en un bucle de sensaciones ya vividas, por ello recomiendo, tal como ya indiqué más arriba, una dosificación responsable del contenido si apreciáis vuestra paz mental (que si estáis leyendo esto, a lo mejor es algo dudoso este punto).

En esta ocasión la ilustración, a priori, parece menos acertada que en otras ocasiones. Quizás la editorial nos tiene mal acostumbrados por su excelente trabajo en este apartado. Yo habría elegido otro enfoque, pero sí entenderéis tras su lectura, que está muy en consonancia con el todo de la obra.

Si lo habéis leído, contadme vuestras pesadillas, si no lo habéis hecho ¿os atrevéis a adentraros en su lectura?

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