"Mi padre decía siempre que el arte de contar una buena historia está en saber cuándo parar. Si continúas hablando el tiempo suficiente, acabas descubriendo que no existen los finales felices."
SOBRE LA OBRA
Una vez abandonada la escuela de asesinos, la Iglesia Roja, Mia Covere continúa con su sed de venganza y aprovechará todo y a todos los que estén a su alcance para lograr su objetivo.
En la escritura de esta trilogía Jay Kristoff se encarga de echar abajo muchos mitos y lugares comunes típicos en la fantasía oscura. En esta ocasión derriba los tópicos de que segundas partes nunca fueron buenas. Sin duda alguna estamos ante el mejor de los tres volúmenes de esta genial trilogía.
La base del libro está escrita sobre unos cimientos de thriller muy potente que podrían funcionar sobre varios esquemas de historia. Este esqueleto tan bien armado sobre el que trabaja el autor de partida se conjuga con los elementos y personajes que ya desarrolló en la primera novela y además cuenta con momentos tan lúcidos como la incorporación de nuevos personajes inolvidables (ojo que si los krakens de arena en la primera parte ya eran espectaculares ya veréis cuando conozcáis al arcadragón).
Todos los elementos que ya aparecieron en la primera entrega como la violencia explícita y el sexo aún más explícito los tenemos presentes y amplificados hasta cotas que no os podéis imaginar.
Si la construcción del personaje de Mia Corvere ya era maravilloso preparaos para lo que nos ofrece aquí mostrándonos un retrato más cercano indagando en los miedos y contradicciones en lugar del punto de vista tan frío y monolítico que nos pintaba en la apertura de la trilogía.
Sin duda una gran continuación que además os dejará con la miel en los labios porque deja tantas cosas en el aire (y de qué manera que os hará salir corriendo en busca del cierre de la trilogía.
El consejo está claro, tened los tres volúmenes a mano cuando os sumerjáis en su lectura... estáis avisados.
¿Qué os parece el libro?¿Os llama la atención?