"Así que la casa estaba vacía. Nadie entraba o salía. A nadie le importaba, en realidad. En un año, ya casi ni se podía ver desde la carretera. Los matorrales habían crecido altos, las arbustos frondosos y los árboles habían cubierto el piso de arriba. Llegó un momento en que la gente ni se acordaba de que existía."
SOBRE LA OBRA
Noche de junio. Refugiado en un parque de las tórridas temperaturas de los últimos días. Mi santuario. El día ha sido duro. Mi paseo nocturno entre los árboles con Dimmu Borgir en mi reproductor de música portátil, me niego a escuchar música en el móvil, es lo único que me ayuda a calmar la ansiedad. Llevo semanas en las que no paro de apretar la mandíbula a todas horas y la tensión se acumula en mis músculos. Este momento es el único que me ayuda.
Me siento en un banco a mirar las estrellas y algo peludo pasa rozándome las piernas. En mi cabeza había miedos tangibles, los puedo tocar: no llegar a final de mes, fallar en ese momento tan señalado... pero la parte más ancestral de mi cerebro se activa ¿Qué es lo que me acaba de rozar? La piel se me eriza con el estímulo. Miro a lo lejos e iluminada por una de las escasas farolas veo algo negro a dos patas. La piel se me vuelve a erizar. Empiezo a dar unos pasos hacia atrás. Choco con un árbol. Poso una mano sobre el tronco y donde debería notar el tacto rugoso de la madera siento otra vez un tacto similar al que había sentido sobre las piernas. Me vuelvo y el tronco está lleno de ratas que se abalanzan sobre mi. Mi última sensación son varias decenas sobre mi piel que penetran rápidamente en mis músculos...
James Herbert es uno de los precursores del splatterpunk, el género más controvertido del terror. Sin duda alguna en esta novela sienta las bases de un estilo que tanto ha calado sobre todo en el mercado underground de habla inglesa. Gran parte de las novelas del estilo parten del canon que plantea aquí el escritor británico: trama sencilla, escenas repugnantes, ambientes claustrofóbicos, lenguaje directo y sexo gratuito. Elementos que ya encontrábamos en la literatura pulp pero que a partir de Herbert son utilizados formando un conjunto coherente en una historia con sentido.
La historia es muy sencilla. Una invasión de ratas mutantes asolan a los habitantes de algunas de las zonas más deprimidas del Londres de finales de los setenta. A partir de esta premisa el autor presenta tres brillantes y claustrofóbicos actos donde nos detalla con total profusión de detalles escabrosos, absténganse estómagos sensibles, varios ataques localizados en sitios tan cotidianos como un cine o una estación de metro que harán que no miréis con los mismos ojos esas localizaciones de aquí en adelante.
En la prosa de Herbert no hay sutilezas, no hay metáforas ni segundas lecturas. Todo es muy directo pero a diferencia de otros contemporáneos suyos, como Laymon, sí que tiene un muy buen trabajo de personajes y una claridad en la escenas que harás que te enganches a la historia y no puedas soltarla.
Con esta obra hace ya más de cinco años se abrió la andadura literaria de la que es probablemente nuestra editorial favorita en la actualidad: La Biblioteca de Carfax. Y lo hizo dejando sobre la mesa las intenciones que hoy la llevan a ser la referencia del mercado: recuperación de grandes clásicos, joyas olvidadas y algunos de los mejores títulos de actualidad de los últimos años. Para redondear vuestra labor... por favor, cerrad el círculo y reeditad las otras dos obras de esta trilogía.
En definitiva, ¿os gusta el cine serie B?¿queréis un libro de terror que vaya directo al grano? Este es vuestro libro.
¿Lo habéis leído?
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