"Mi madre tiene la sonrisilla que se le pone en la cara cuando sabe que estoy nerviosa e incómoda. Dice que le parece bonito que esté tan asustada del mundo. No estoy asustada, estoy mucho más que eso, estoy ansiosa."
SOBRE LA OBRA
La Venganza, cuando esta está bien ejecutada, siempre es más satisfactoria que la Justicia que ejerce el Poder. Esta es la premisa sobre la que parten los dos relatos que nos ofrece Rayne Havok para desplegar su prosa directa, gráfica pero sobre todo muy explícita y extrema.
En el primero de ellos Killstreme se nos presenta la historia de un depravado aficionado al cine snuff que mediante contactos en la deep web consigue saciar su sed de este material. Un día recibe la propuesta que llevaba toda su vida esperando: una invitación para protagonizar su propia película pero, como podemos prever, nada saldrá como él imagina.
Escrito en 2001 y prohibido en numerosas plataformas en este relato encontrarás una de las escenas más escabrosas que vas a leer en tu vida y que ya se ha hecho legendaria en el circuito: la escena del calcetín. Una tortura sexual muy extrema que no soportarán la mayor parte de los lectores.
En el segundo relato La venganza de Casey, publicado en 2022, asistiremos nuevamente a otra historia de venganza tras una noche en la que Casey sufrirá la mayor de las humillaciones de su vida.
En teoría el primero de los relatos es el más afamado y el que a Havok le ha granjeado la fama en el mundillo del splatterpunk. Es un relato muy gráfico, muy bien hilado y con más trasfondo del que puede presuponerse en una lectura superficial, sin embargo, personalmente, me ha gustado mucho más el segundo. En Killstreme se nos presenta la venganza demasiado fría, demasiado planificada, de hecho hay momentos en los que el disfrute de las protagonistas por la ejecución de la misma (aunque dentro de contexto y siempre justificada) llega a chocar y a romper la atención sobre lo que está ocurriendo. Personalmente me ha gustado más el segundo porque la violencia ejercida se hace un poco más de rogar. La autora te deja a la espera del siguiente acto violento y consigue que seas cómplice y partícipe de la misma, no un mero observador como en el primero.
Resumiendo, una propuesta muy radical, no apta para todos los estómagos, como ya sabemos que es marca de la casa. Pero también, como es marca de la casa, unos textos que te harán reflexionar y se quedarán en tu mente ya que la utilización de los trigger warnings no son meras etiquetas para llamar la atención, si no para remover tu conciencia.
¿Qué os parece el libro?¿Os llama la atención?
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