viernes, 3 de marzo de 2023

BIGHEAD - Edward Lee

 "Los hombres escucharon claramente sus sollozos, pero al menos, permanecieron fuera de la habitación mientras lo hacía."



Año de edición: 2023
Editorial: Dimensiones Ocultas 
Título original: The Bighead
Traducción: Rosemary Thorne
Páginas: 556
Puntuación: 4,5/5🌟

SOBRE LA OBRA

McKamey Manor es un pasaje de terror extremo que se encuentra en San Diego (USA). Abrió en 2013 y para entrar hay que cumplir una serie de requisitos muy estrictos. Sus creadores están tan seguros de que la experiencia te lleva a tal límite de tus capacidades que ofrecen 20.000 dólares a quien sea capaz de completar su recorrido. Muchos valientes se han enfrentado a esta atracción, seguro que curtidos en mil batallas, con la convicción de que con su bagaje les sería fácil llevarse el premio. Nada más lejos de la realidad. Tras casi diez años de funcionamiento nadie ha sido capaz de completarlo.

Vaya rollo os he soltado...

Vale, yo venía aquí a hablar de mi libro, bueno del libro de otro...

Necesitaba contaros todo esto para poneros en antecedentes respecto al artefacto con el que nos enfrentamos. 

Los aficionados al terror, no todos, hemos tenido nuestra época de acercamiento al cine gore con obras como Holocausto Caníbal, Nekromantik o las más modernas Hostel o Terrifier. También hemos tenido otras experiencias extremas con autores como Jack Ketchum, el mangaca Shintaro Kago o el propio Edward Lee. Todo esto nos puede hacer pensar que estamos preparados para la lectura y que esta no haga mella en nosotros, pero os advierto, no, no estáis preparados (al menos yo no lo estaba).

Bighead presenta varias líneas argumentales. En todas ellas nos encontraremos personajes totalmente demenciales, con graves problemas psicóticos y de comportamiento. En la trama que se va tejiendo entre ellos, en el retrato de sus desórdenes y en el excelente final que hila es donde brilla el autor y donde se despega de otros autores de splatterpunk donde todo es casquería sin sentido. 

Si la novela se hubiese reducido a esto probablemente sería un clásico del terror. Pero Lee quiso ir varios pasos más allá y pasar varias líneas rojas y ahí es donde está la gran diferencia. Cuando la escena crees que no puede ser más grotesca cruza todos los límites y te hace usar la palabra de seguridad para salir de la escena. La frase que en todo momento estará en tu cabeza es "no se va a atrever a ir por ahí" y sí acaba yendo "por ahí"...y más allá...

Estarás todo el libro pensando "¿pero qué tiene este hombre en la cabeza para escribir esto?" Y en mi opinión ahí se abre un debate interesante sobre cuáles serían los límites éticos del arte donde no voy a entrar porque daría para una tesis.

Tengo que confesar que hasta la página 240, aproximadamente, estuve varias veces por abandonar la lectura. El dilema moral y ético que se plantea y la cantidad de veces que te preguntas que por qué te estás sometiendo a esta tortura de forma voluntaria te llevan a ello y aquí es cuando llega el momento de reivindicar el talento de Edward Lee por varios motivos:

1) Sí, el libro va a hacer daño. El libro va a tocarte por dentro. Es su intención, desde la primera frase, y si no lo hace es que tienes un problema, por tanto, la intención con la que fue concebido se cumple claramente.

2) Aunque cuestionable éticamente, la capacidad visual que tiene a la hora de contar las atrocidades es sublime, aunque esté contando la depravación más grande del mundo lo hace todo con "limpieza" cuidando cada detalle para no "emborronar" la imagen visual (ahí de desmarca claramente de desastres en ese sentido como Richard Laymon donde todo es barullo).

3) Aunque no tiene la inventiva de Ciudad Infernal o el transfondo filosófico, al menos tan evidente, de Torso, la historia, sobre todo a partir de la segunda mitad y sobre todo a partir de las últimas 150 páginas funciona y lo hace muy bien.

Mención especial a la excelente, pero excelente de verdad, traducción del texto a cargo de Rosemary Thorne (de quien podéis encontrar reseña de su también recomendable novela en estas páginas). 

Como ya he dicho, no estaba preparado para la lectura. Seguro que muchos os quedáis a mitad de camino, pero si os adentráis os aseguro que el final merece la pena.

Eso sí, esta lectura me ha dejado tan saturado de vísceras que tardaré algún tiempo a acercarme a un libro de estas características (ahora sólo me apetecen dramas victorianos de fantasmas por un tiempo 😀).

En fin, si quieres un libro que te haga sentir incómodo, muy incómodo... acércate a Bighead. Pero no digáis que se os ha advertido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario