"Para ellos, imagino, colgar cabezas de un roble era tan satisfactorio como lo es para tu querida madre poner adornos en el árbol de Navidad."
"Yo prefiero los funerales, claro -informó Tío Montague con un suspiro-. Las charlas de funeral superan con mucho a las de las bodas."
SOBRE LA OBRA
Edgar es un niño que visita a su Tío Montague, un familiar al que no conoce que habita en una vieja mansión que esconde muchos secretos e historias ocultas.
Con este hilo conductor, y utilizando la voz del Tío Montague como narrador de los relatos al pequeño Edgar, Chris Priestley nos ofrece una muy fina y aguda serie de diez relatos y un capítulo que sirve como introducción de nuestros protagonistas.
Me encantan los libros de relatos, cuentos... no puedo evitarlo. Cada vez que entro en una librería y encuentro una antología me sumerjo en su índice para ver si al menos uno de ellos no lo tengo y poseer esa excusa para que se venga conmigo a casa.
Editada como obra destinada al público juvenil, en principio no hubiera despertado mi interés, si no llega a ser porque una amiga, profesora de Literatura, me la recomendó. Tengo que estarle profundamente agradecido porque está muy claro que puede ser disfrutada, y mucho además, por cualquier aficionado a los relatos de terror de cualquier edad y a mi particularmente me ha ENCANTADO.
Por sus páginas desfilan todo tipo de horrores, monstruos, miedos, fantasmas. casas encantadas... con un estilo muy ágil y original que las hacen ideales para ser leídas en voz alta o contadas en una reunión alrededor de una chimenea en una noche tormentosa.
Priestley bebe de las fuentes de los grandes clásicos tanto góticos como románticos, pero adapta su prosa a los gustos actuales y consigue recrear el tipo de atmósferas que los clásicos nos ofrecen.
De entre los diez relatos los que más me han gustado son Prohibido trepar, una macabra historia sobre un misterioso árbol y los peligros de la curiosidad malsana, La no-puerta un relato que combina casas encantadas espiritismo, fantasmas, Los presentes, una historia muy macabra y perturbadora, La poda de invierno, un bonito cuento de brujas, El camino, uno de los mejores relatos de fantasmas que he leído jamás y por supuesto el desenlace final Tío Montague que pone un cierre brutal y coherente al conjunto.
Si algo destaco en este libro es el gran balance entre los relatos. Es habitual encontrarse en este tipo de antologías ciertos cuentos que se introducen para rellenar un cupo de páginas. En este caso no es así y todos y cada uno de ellos mantienen una calidad homogénea con el aliciente de al estar narrados al modo de Las Mil y una Noches el final de uno enlaza con el principio de otro dejando el suspense abierto, con lo cual, el típico propósito de leer un solo relato cada vez es difícil cumplirlo.
En la edición que he utilizado para la reseña se respetan los dibujos de la obra original, a cargo de David Roberts, que ilustra con un ambiente gótico y sobrio al menos una página de cada relato.
En definitiva, una obra para mi imprescindible y aún más si sois de los que gustan contar historias a la luz de una vela o de una hoguera.
SOBRE EL AUTOR
Chris Priestley (UK 1958). Es autor e ilustrador de numerosos libros infantiles. Cuenta con varias obras de terror en las que iremos indagando ya que, a pesar de ser un autor contemporáneo, no es para nada conocida.
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