"La impaciencia no es algo que un hechicero pueda permitirse."
SOBRE LA OBRA
El Héroe se levantó aquel día sin esperanzas. Llevaba ya muchos años recorriendo el camino que sólo los ungidos por la fortuna podían completar. Había perdido toda esperanza y estaba a punto de abandonar ¿Merecía la pena seguir? Siempre merece la pena seguir ya que la recompensa puede estar a la vuelta de la esquina y justo antes del abandono.
El problema es que el Héroe no había aprendido la lección de que la recompensa no es llegar al final del camino, sino recorrerlo.
Segunda entrega de las aventuras que Elena nos está brindando en su saga Symphanell. Esta vez, como el señor Martin en Juego de tronos, conoceremos los hechos de la primera entrega pero a través de los ojos de Kaylah. Un ejercicio literario, de difícil ejecución, que nos ofrece un punto de vista diferente y varios aspectos fundamentales de la historia que no fueron relevados y que ahora Elena nos ofrece.
La narración de la autora ha sufrido un avance respeto a la anterior entrega ya que aquí la acción avanza más en los diálogos y no tanto en la narración (algo siempre de agradecer para la agilidad del relato).
Si en algo destaca esta novela, es la atmósfera tan lograda de tristeza que transmite (y que la excelente banda sonora que ha compuesto su hermano para ambientarla no hace más que realzarla).
En definitiva, otra buena entrega en esta tetralogía que dignifica a un género muy maltratado últimamente como es la fantasía y en la que sin duda os recomiendo entrar.
¿La habéis leído? ¿Qué os parece?
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